Desde hace bastante tiempo y en mis primeras entradas, hacía referencia de lo gris y opaco que ha sido el desempeño del presidente en turno y que no descartaba una dimisión de poder o de plano, un golpe de estado.
Los acontecimientos varios, sobre todo los relacionados al narcotráfico, han dado una gran pauta sobre la ingobernabilidad que existe en nuestro país; "un estado fallido", han dicho muchos.
Cada vez más se nota la separación entre el comandante supremo y sus fuerzas armadas, ya de por sí, bastante distanciados.
Quizá sea Michoacán el detonante; quizá sean acontecimientos venideros los que desaten totalmente la guerra de este siglo, el 2010 no ha terminado. No quiero ser ave de mal agüero pero la realidad no se puede ocultar trás discursos y discursos y discursos.
