Una breve historia

Hace algún tiempo, un joven pueblerino, lleno de sueños e ilusiones, partió a buscar el 'american dream'. Pisó tierras gringas hace diez años y con gran ahínco trabajó y trabajó en 'la yarda', lavando platos, cocinando y lo que fuera necesario para poder obtener ingresos que le permitieran vivir y ahorrar unos centavitos para poder regresar a su tierra natal y poner su panadería (oficio paterno que el aprendió).

Hace dos meses volvió con toda la voluntad puesta en mente y la decisión en sus manos, sin contar con que el destino le tenía preparada una gran sorpresa: conocer a una linda jovencita de quien profundamente cayó enamorado y de forma inmediata comenzó a noviar con ella.

Pero bien dice el dicho que Dios no cumple antojos ni endereza jorobados; hace tres días, al calor de unas buenas charandas y cervecitas pa' la cruda, llegó a ver a su joven enamorada, la cual, después de un rato de dar la vuelta le dijo: -Juan, no quiero regresar a mi casa, tengo muchos problemas ahí, además de que me maltratan-

(cabe decir que Juan, en varias ocasiones, se había percatado que su novia presentaba huellas de violencia física en los brazos y antebrazos, situación que comentó con la mamá de ella sin obtener una respuesta)

Ante el comentario de su novia y la negativa de volver a su casa, Juan tomó la determinación de llevarla a casa de unos parientes que viven en otro pueblo y acompañados por una amiga de la novia, emprendieron la marcha abordo de su flamante camioneta; lamentablemente el alcohol combinado con el cansancio y el volante hizo su trabajo, en una curva cerrada Juan perdió el control de su vehículo y sucedió lo inevitable, chocó con un auto que circulaba en dirección contraria; en medio de cristales rotos y hierros retorcidos su novia, la amiga y él salieron de la camioneta; el otro vehículo, un sedán reducido a chatarra, fue arrastrado por casi 15 metros en retroceso, imaginen la velocidad del impacto, porque aunado al retroceso, el sedán fue prácticamente montado en el talud que flanqueaba la carretera. Su ocupante, una mujer que feliz se dirigía a casa después de un laborioso día, sufrió la peor parte, lesiones múltiples en su cuerpo, fracturas y un estado crítico.

Juan fue inmediatamente detenido por personas que pasaban por el lugar y entregado a los policías que llegaron al lugar a tomar conocimiento de los hechos. Su novia acompañada de su amiga, abandonó el lugar con rumbo desconocido. Juan fue puesto a disposición del ministerio público por los delitos de daños y lesiones, además de que los padres de la novia, una menor de 17 años, lo acusaron de secuestro.

Desconozco como terminó la historia y cual va a ser el destino de Juan y cual es el estado de salud de la víctima; de lo que sí estoy seguro es que todos esos sueños e ilusiones de un pueblerino que gastó 10 años de su vida para poder lograrlos, los vio echados por tierra a causa de una mala decisión y una simple borrachera.

Dicen que nadie aprende en cabeza ajena y ésta es una más de tantas y tantas situaciones similares que a diario ocurren por causa de juntar el alcohol y el volante.

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N95-3G

Recuerdos de antaño.

Recuerdo que hace muchos años, cuando por motivos laborales comencé a rodar mundo, mi entrañable amigo y compañero de andanzas, aventuras y una que muchas papalinas, M. K., me decía:

'Paisano, vamos rentando un depa arriba de un depósito de chelas o de una tienda y así nos evitamos caminar para comprar cerveza, sólo bajamos una cubeta con una cuerda y adentro un recado con la lana pa que nos surtan'.

Ya casi han pasado 20 años y una larga lista de lugares por los que anduvimos juntos por unos 10 años; los otros diez pues ya cada quien por su lado y por muchas ciudades.

Ahora, por fin vivo arriba de una tienda donde venden esas bebidas espirituosas, la cosa es que ya no son tan requeridas por el que esto escribe. No cabe duda que los tiempos van cambiando y nosotros también; lo que antes era prácticamente un deporte, pasó a ser un memorable recuerdo de juventud. Y no es que ya esté uno viejo, solamente que ya las preocupaciones y responsabilidades son tan distintas de las de aquellos ayeres.

Hoy, con nostalgia, viene a mi mente un cúmulo de RECUERDOS DE ANTAÑO, afloran remembranzas de sueños no cumplidos, chicas no conquistadas y tierras no exploradas. Sin embargo, de alguna manera, cada uno de nosotros está cumpliendo con su cometido en este mundo: 'Dejarlo mejor de como lo encontramos'.

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Santo Ángel.
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Cuitzeo

Todavía tiene agua; por lo menos.
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Santo Ángel
N95-3G

Tianquiztli

Como parte de nuestra cultura, 'Los Tianguis' son una gran pieza que mueve cualquier cantidad de recursos, tanto humanos como materiales y económicos. Es el medio en el cual se desarrolla una economía que más que informal, yo la consideraría sumamente importante, ya que al estar dirigida a las clases menos afortunadas, les da la oportunidad de adquisición de muchos artículos, los cuales, de otra manera, sería complicado obtener (aunque el tianguis no es privativo de las clases sociales bajas).

¿Que podemos encontrar en el Tianguis? Todo. Simple y llanamente, todo. Si acudimos a cualquier tianguis, ahí podemos encontrar desde misceláneos hasta artículos deportivos, pasando por: artículos de belleza, discos, cristalería, electrónicos, mecánicos, hidráulicos, herramientas para carpintero, hojalatero, pintor, plomero, electricista, herrero, materiales diversos, antigüedades, novedades, históricos, libros, películas (viejas, nuevas, muy nuevas, pre estreno, las que todavía no salen a cartelera), carros, motos, lanchas, juguetes (para infantes, para jóvenes, para adultos, para muy adultos y hasta para aquellos maníacos sexuales), muebles, artesanías, recuerdos de guerra, ropa (de moda, retro, de cholo men y en fin, cualquier cosa que se puedan imaginar.

Los tianguis, esos policromáticos espacios, llenos de algarabía y júbilo, son los lugares que afanosamente albergan todo ese océano de puestos con los productos anteriormente citados. 'Tianguis', del vocablo náhuatl (tianquiztli), que en su traducción literaria significa mercado.

Los podemos encontrar diurnos, nocturnos, matutinos, vespertinos, en zonas nais, no tan nais, El chopo, San Felipe de Jesús, San Juan, sin dejar atrás al siempre célebre Tepito! Y miles más regados en toda la República Mexicana. Si tienes oportunidad, no la pierdas y sumérgete en uno de estos maravillosos lugares, escudriña cada rincón, aprecia cada producto ofertado, y disfruta tu estancia en ese templo de la vendimia.

Sólo quiero hacerte una gran recomendación, algunos productos son robados, otros piratas; ten cuidado con lo que compras, no fomentes la delincuencia!
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Santo Ángel
N95-3G

Atención? A clientes?

De verdad que es todo un rollo pretender ser atendido en un Centro de Atención de lo que sea, todo es muy bonito, limpio y agradable pero algo que nunca he entendido es: Para qué ponen 24 ventanillas y 4 cubículos, supuestamente de atención si nunca hay quien los atienda? Si acaso, hay 6 empleados y de esos, 2 están haciendo sus informes porque ya van a entregar su turno; la unifila en todo su recorrido está llena de impacientes ¿clientes?, yo mejor diría Cautivos.
El caso es que en días pasados acudí a uno de estos centros a adquirir un módem pci para mi net book, ya que el módem usb es un poco complicado de usar cuando estás en movimiento, se jala y se desconecta, se puede dañar el puerto, etc., etc. Te ofrecen las cosas como si las tuvieran ahí abajo de su área de trabajo y ya cuando casi todo el trámite está hecho: 'Sr. en una semana nos llega su producto solicitado'. Me lleva el carajo y me pregunto ¿que acaso no pueden verificar antes de tenerte por casi 30 minutos en fila y otro tanto en la diabólica ventanilla haciendo trámites? ok, me espero a que llegue la próxima semana...

Ayer, después de larga y mortificante espera, llegó mi tan ansiado módem. Presuroso acudí de nuevo a la fila, los pagos, y toda esa parafernália que envuelve a los míticos y oscuros trámites de la adquisición de un artículo o producto en las compañías de telefonía celular.
Una vez adquirido tan ansiado objeto, cual feliz infante me trasladé a mis sagrados aposentos y dispuse de todos los implementos necesarios a fin de realizar la instalación del software de mi nuevo hardware.
Yo siempre he tenido la mala fortuna de que cuando deseo algo y por fin lo tengo, maldita sea, se me ceba. Lo digo porque el nuevo y tan esperado aparatejo ¡NO FUNCIONÓ! Bueno, sí funcionó pero a medias, pues resultó que jamás pudo leer la SIM; le moví, quité, acomodé, reinstalé y reinicié y simplemente NADA. Totalmente deshecho y con la madre en rastras, me dispuse a utilizar al héroe de mil batallas: mi utilísimo módem usb.
Hoy, con la claridad de pensamiento que nos da el nuevo día, recurrí, no sin cierto dejo de preocupación por la larga fila de gente que seguro me iba a anteceder, al CAC. Lo dicho, media hora para poder llegar a la punta de la interminable columna humana que también ansiaba solucionar algún problema con su equipo celular; por fin escucho la melodiosa frase -pase por favor- de inmediato me dispongo a explicar a la atractiva ejecutivo mi problema (por lo menos me tocó una guapa, así, de alguna manera, será menos mortificante mi estadía en ese lugar); SORPRESA! no supo resolver mis incógnitas y de inmediato se apoyó en su compañero de al lado. :(
Chale, hasta en eso me limitaron, pero bueno, mi preocupación era resolver la incógnita del 'mal function' del módem; una vez que el monito que me estaba atendiendo realizó las mismas maniobras ejecutadas por mi la noche anterior y llegó a la conclusión de que el mal estaba en el módem me dijo: -permítame llevarlo con uno de nuestros técnicos para que lo revise!
Después de casi 15 minutos volvió sólo para decirme lo que tanto temía, lo vamos a devolver a la fábrica para su reparación o cambio; déjenos un número para comunicarnos y como en 2 ó 3 semanas le hablamos. Zas, pensé yo, de todos modos no me sirve pa ni madres, al fin y al cabo, se hace lo que uno quiere, sujetarse a sus disposiciones.
Mientras el tiempo pasa, mi módem llega y yo me resigno, escribo mi odisea desde mi fiel compañero.
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Santo-Ángel
N95-3G